No sé si existe la felicidad completa, pero sí sé que, en caso de existir, yo no la conozco. No tengo queja de cómo ha ido desarrollándose mi vida; no he nacido, como suele decirse, con una flor en el culo, pero tampoco soy un desgraciado al que no le sale una al derechas. El caso es que lo que realmente me jode es lo complicado que resulta mantener un nivel de felicidad más o menos constante; cuando parece que uno alcanza ese punto de paz consigo mismo... tiene que aparecer algo que te desestabiliza de nuevo. Es algo así como llevar el coche a lavar y cuando vuelves con él brillante, limpísimo, precioso y oliendo a pino o a limón tanto por dentro como por fuera... una tremenda cagada de pájaro se precipita desde las alturas para aterrizar en el puto centro de tu capó. Pues bien, en mi caso, el pájaro dispuesto a vaciar sus intestinos sobre mi vida limpia y brillante se llama Katia. Ella no lo hace a propósito; de hecho sé que me tiene mucho cariño, pero a veces no somos capaces de controlar nuestros esfínteres y, claro, pasa lo que pasa: la gran cagada!!
El caso es que con puntualidad inglesa llegué a la cafetería donde había quedado con Katia y ella ya estaba sentada en una mesa, pensativa y ligeramente difuminada por el humo que desprendía su taza de té. Me senté frente a ella y noté en su mirada el nerviosismo. Confieso que empecé a acojonarme y que, por primera vez, atravesó mi mente una especie de rayo en forma de pensamiento que me paralizó durante un par de segundos. No se le ocurriría decirme que... Coño, que no, que no puede ser Santiaguín, que tú eres un tío muy precavido; no seas paranoico que no hay posibilidad, a no ser que... Ay, joder, joder, joder que me estoy mareando; menos mal que me he duchado porque estoy sudando como un cerdo. Habla de una vez, joder; dime algo, lo que sea, pero habla que voy a reventar!!
Cuando el camarero me plantó delante el whisky doble sin hielo me armé de valor para mirar fijamente a Katia y plantearle la pregunta que me estaba quemando las entrañas: "Vale, estás embarazada?". "Y tú estás gilipollas?", esa fue su respuesta. Pero bueno, cómo podía hablarle así al padre de su futuro hijo? "Tú te crees que te he llamado para decirte que estoy embarazada? Ay Santi, por Dios, te juro que a veces me dejas alucinada". Vale, entonces qué coño tenía que decirme? Nunca me han gustado los misterios ni las sorpresas, pero una vez descartado el embarazo... confieso que empecé a ver más factible el polvo.Katia se terminó su té, me dijo que se alegraba mucho de verme y que, aunque me había llamado para hablar conmigo, no había encontrado el valor suficiente y prefería que, cuando ella se marchara, leyera una carta que sacó del bolsillo y deslizó hasta mi lado de la mesa. Se despidió de mi con dos besos y salió por la puerta del local.
No sé muy bien por qué, pero no me atreví a abrir el sobre y esperé a llegar a casa para enfrentarme a la carta de Katia.Estoy en casa tirado en el sofá. Después de leer la carta de Katia y de tomarme otros dos whiskys noto una especie de aguja de hacer calceta atravesándome el estómago. Seguro que esta puta carta me ha sacado una úlcera. En fin, pienso quedarme en el sofá el tiempo que haga falta hasta que consiga olvidarme del mundo; por suerte cuento con la inestimable ayuda de Almudena Grandes y su última novela "El corazón helado" (el título me viene que ni al pelo y la historia me atrapó desde el principio).
Damas y caballeros, dicen que después de la tormenta siempre llega la calma pero, como era de esperar, en mi caso esto no funciona así. He tenido que dejar plantada a Almudena Grandes para ir al Alcampo a cambiar una sandwichera que se ha comprado Cipriano. No sé si ha fallado el antiadherente o es que él ha hecho algo raro, pero el aparato tenía un sandwich dentro que no había humano capaz de despegarlo. Las señoritas del Alcampo (lo de "señoritas" lo digo con ironía por no llamarlas... en fin...) se negaron a cambiarme la sandwichera en cuestión y yo, imagino que por toda la presión del día, estallé en un llanto incontrolable que sólo pudo calmar el encargado cambiándome la puta sandwichera (con sandwich dentro incluido) y regalándome además cinco cheques descuento. Estaba tan triste que los jodidos cheques descuento me alegraron el día. Me doy pena a mi mismo; qué triste.

13 comentarios:
Ufffff Santi, lo siento. Después de escuchar las palabras de katia a través de esa grabación...Es fuerte, muy fuerte; qué decirte que te pueda aliviar. Qué te rompan el corazón (y más siendo de plástico) debe ser muy duro. El nuestro se regenera rápido pero el tuyo...En fin, lo que debo es intentar animarte y no deprimirte. Si te parece me llamas y salimos a pasear un rato.
Tu amiga que te quiere.
Querido Santi:
La vida es puta como las gallinas. Siento tu dolor como si fuera mío. Creo que aún es pronto, pero hay algo que a mi siempre me ha ayudado, en estas circunstancias. Hijo, hay 200 millones de personas plásticas en este planeta. No se si te consuela demasiado, pero lo que está claro es que la vida no se acaba y que seguro que entre esos 200 millones habrá alguien con quien encuentres lo que con Katia parece ser imposible. Insisto en que es posible que aún sea pronto para pensar en eso, pero seguro que te servirá.
P.D. He escrito algo para tí, a pesar de que tu largo silencio a mis comentarios me desanima profundamente.
http://comandantecastillo.blogspot.com/
Yo tampoco se muy bien que decir y tambien estoy decepcionada, incluso me siento un poco culpable porque quise que estuvieras enamorado de Katia para olvidar definitivamente a Leandra, y mira, nunca sabemos lo que nos depara el futuro.
Lo que está claro es que de todo se aprende y de esto podemos sacar algo positivo, a partir de este momento dejaremos a un lado el corazon y nos dedicaremos exclusivamente a practicar sexo sin ningun tipo de sentimiento de por medio, mejor prevenir que lamentar.
Amigo Santi, lloro por ti y por como debes estar en estos momentos, aqui me tienes para lo que haga falta y como sabes que dice mi madre ; Hay muchas iglesias pero solo una catedra, y esa, esta aún por llegar.
Santi......q putada no? Los seres plasticosos no teneís corazón? Katia no tiene corazón? Dejarte vale, decirte que no te quiere....tb. Pero pedirte que hagas de celestino????? joder.....ESO ES MUY FUERTE Y NO SE HACE. Santi, si quieres un hombro de carne y hueso para llorar, te dejo el mío.
Un beso plasticoso. Sara.
Ayer leí tu blog pero no pude escuchar la carta de Katia en mi ordenador,hoy desde el curro estoy alucinando...desde luego...no tengo palabras...yo era muy proKatia y no digo que sea mala porque el amor es así...de repente surge...pero es un jarro de agua fría...y Jaime? qué opina? es mutuo el amor? no sé que decirte...sólo animo! todo pasa...amigo...
PLASTIKISSES llenos de decepción...
Pero, ¿de dónde ha ssalido el COMANDANTE CASTILLO??????????? Es genial, habéis visto: una de sus películas preferidas es "Dónde vas Alfonso X"...No tengo palabras, sólo puedo descojonarme, ja, ja, ja....
Hola a todos. Ya sabeis que generalmente no intervengo en los comentarios pero hoy (dejando a un lado la depre que me aplasta contra el suelo) me veo en la obligación de hacerlo para agradecer públicamente al comandante Castillo la historia que ha tenido la generosidad de compartir conmigo y para pedir para él el mayor de los respetos (kika, "Dónde vas Alfonso XII" es un clásico del cine español. Tú te ríes porque tienes envidiuca de María de las Mercedes, no?). Aprovecho, además, mi incursión en el mundillo del comentario para dar las gracias y saludar efusivamente a los que estáis a mi lado desde el principio de esta vida plasticosa: Sarita, Yeni, Pui, Kika, Berto, el padre de los nueve (ya casi diez!! Enhorabuena!!), a los anónimos que aparecen y desaparecen y a todos los que nos espían desde la oscuridad de sus escondidas madrigueras. Besos y abrazos para todas y todos.
SANTI, A PESAR DE LO BURRO Y SOEZ QUE ERES EN OCASIONES, ME TIENES CAUTIVADA, ME HAS ROBADO EL CORAZON, SOY TU FAN INCONDICIONAL, POR ESO TE SEGUIRE A DONDE HAGA FALTA.SE AGRADECE TU CONSIDERACION Y QUE ROMPAS TU SILENCIO CON ESOS AGRADECIMIENTOS.
Yo no se si soy más fan de Santi o de la Yeni, ye mundial.
Sara.
El padre de los nueve se encuentra, me encuentro, cual si Mike Tyson hubiera hecho blanco en mi mentón con el peor y más duro upper-cut imaginable. Trepar con nueve... cuán duro es. Las vértebras molidas de hacer caminar a la pequeña Cristina Engracia, la cabeza tras varias noches en duerme-vela, me resuena como si llevara dentro cientos de tambores -taikos- que cientos de japonés con cara de sádicos estreñidos se empeñan en tocar al unísono.
Leo la historia del comandante castillo... desconocía la escasa fuerza esfinterial de las vacas y su mala adaptación para servir de flotador. De todo se aprende.
En mi lamentable situación física santi, si a mí me ocurriera la historia de la sangüichera (no serían tres señoritas??) me vendría abajo, me hundiría como la vaca del comandante, glup, glup, glup. Pero por diossssss que no me venga a rescatar nadie para acto seguido hacer el amor, quedando postrado y convertido en un mal flotador. No dejadme descansar.
Un saludo para todos del padre de los nueve.
P.d. quíen coño pone cada día más raras las letras esas para publicar comentarios. llevo ya tres fallos. ¿qué es alfabeto japonés?? cagüen.
Padre de los nueve, "mesiome", tienes toda la razón del mundo con lo de las letras, debe ser que en honor a las Olimpiadas y los chinos utilizan a veces sus caracteres por ye imposible!!!! jaaaaaaaa, tienes razón. Y tu que sabrás si lo de Alcampo fueros dos o tres señoritas.....desde luego ni que te hubiera pasado a ti.
Saludinos. Sara.
Santi chorizo, ladrón de poca monta, rufián de tres al cuarto... por fin he podido "escuchar" la carta de katia. Anodado me he quedado. He de hacer los siguientes comentarios al respecto:
en primer lugar Katia... ¡¡qué voz!!. Santi si yo tuviera una chica cerca, con ese don locucional, no la dejaría que se marchara.
En segundo lugar, lo que me parece dramático del caso, es el contraste entre lo que tú estás pensando santi, y lo que katia tiene en esa cabezota chorlitera (las mujeres algunas veces parecen gilopollas, los hombres siempre). Ahí está santi creyéndose por un momento poseedor del genuino don inseminador del padre de los nueve, refocilándose con pretensiones obscenas y situaciones más oscuras que el sobaco de un grillo, y en el mismo tiempo, katia enamorada, dándole vueltas a la cabeza (literalmente creo es posible no???), en una galaxia paralela e inaccesible, escribiendo una carta de despedida y pidiendo a la vez ayuda para arribar a otra orilla. Si se está ahogando santi, mándale una vaca, descuida siempre habrá un alma caritativa que a modo de cipriano... del agua la rescate y le ponga colorado el... (hata aquí puedo leer)
(Reconozco que mi vida se ha esfinterializado mucho desde que el comandante hizo su aportación)
(estoy viendo las letras que me han puesto para hoy, respiro... son facilitas, no obstante soy cauto...voy a comprobar no tener activadas las mayúsculas...qué cruz)
Saludos del padre de los nueve.
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