Damas y caballeros, niños y niñas, sean todos bienvenidos al circo de plástico!!! Fíjense cómo será el asunto que hasta he pensado en cambiar el nombre del blog y llamarlo "Plastic circus" que, a fin de cuentas, es en lo que se ha convertido mi vida: en un puñetero circo.Confieso que siempre he odiado los circos; no puedo evitar que me depriman. Me produce angustia ver a un elefante de mirada triste arrodillarse para que una mujer rubia, con una raíz negra de medio metro y un traje al que le faltan el setenta por ciento de las lentejuelas que tenía originalmente, se suba a su lomo, o a unos leones a los que se les ha arrebatado su personalidad y su instinto a golpe de látigo y jaulas minúsculas. En fin, que el tema animales en el circo lo llevo francamente mal, los payasos me transmiten tanta tristeza como una estación de autobuses y el resto de personal que pulula bajo la carpa remendada me dan un bajón... Vaya, que si quiero pasarme una semana en la cama, con una bola de angustia instalada a la altura del pecho y sin ganas ni de levantarme a mear, sólo tengo que ir una tarde al circo; con lo cual, comprenderán que no me compensa.
Por cierto, antes de que Sarita (gracias por tu fidelidad) se lance como una loca a escribir un comentario ensalzando los maravillosos espectáculos del "Cirque du Soleil", he de confesar que gracias a ellos me he reconciliado con el "circo"; y lo pongo entrecomillado porque lo que ellos hacen no es el circo al que estamos acostumbrados (por desgracia), si no un auténtico espectáculo que nadie en su sano juicio debería perderse. Cualquiera de los montajes que tienen girando por todo el mundo merecen la pena; así que si algún día se encuentran ante las puertas del "Cirque du Soleil", no lo duden y "pasen y vean el mayor espectáculo del mundooooooo!!!"

Por cierto, ya que he hablado de animales, aprovecho para saludar a mi amiga Inés (tranqui chata que lo de animal no va por ti) y agradecerle publicamente los regalitos que me ha traído de su viaje a Portugal: un típico gallo (acorde a mi tamaño; todo un detalle), una botellita de vino y una toalla con un rizo buenísimo, buenísimo. Muito obrigado, señorita.

Bueno amigos, como les iba diciendo (justo antes de que ustedes pensaran: "de qué cojones está hablando?") mi vida se ha convertido en un circo, pero no de nivel, si no más bien de los que antaño paseaban por los pueblos a una mujer barbuda y a un embrión con malformaciones dentro de un bote de cristal lleno de formol. Todo es tan surrealista que empieza a darme miedo.
La tarde que había quedado con Jaime y Katia en mi casa tenía tantas cosas dando vueltas en mi cabeza que estuve a punto de volverme aún más loco. Para empezar me dediqué a elaborar todo lo necesario para llevar a cabo el plan A (tranquilos que finalmente no tuve cojones); deposité doce gotitas de cianuro en cada huequecito de la hielera, la rellené de agua y la metí en el congelador. Lo cierto es que lo había leído en una novela y me parecía una idea cojonudísima: por si acaso "los amantes de Teruel" no se fiaban de mi y creían que podría envenenarles con las bebidas... yo bebería exactamente lo mismo que ellos, pero sin hielo!! No es la hostia? La idea era tan brillante que me apetecía envenenarles más por llevar a cabo un plan ten genial que por pura venganza. En fin, que aunque no llegaría a cargármelos tuve la sangre fría y la paciencia de contar las doce gotitas para cada piedra de hielo mientras escuchaba "Last night", el último trabajo de Moby que les recomiendo encarecidamente, al igual que todo lo anterior que tiene publicado. Una buena idea sería entrar en "fnac" y llevarse todo lo que encuentren del músico de Nueva York. Por cierto, una visitilla a su web no les hará ningún daño (todo lo contrario): http://www.moby.com/

Bueno, pues tras el inciso cultureta, les contaré que, como me hacía mucha ilusión el tema del hielo decidí preparar otra bandejita de piedritas de agua congelada (no es por ser cursi; evito repetirme demasiado) con laxante en lugar de cianuro. Matarles era demasiado fuerte para mi enclenque conciencia, pero provocarles una cagalera... dios, qué placer sentía sólo de imaginarlo! Para redondear la jugada, y por si me decidía por el tema laxante, retiré el rollo de papel higiénico de su soporte y lo escondí junto con el de repuesto que suelo colocar en la repisa del baño (hay pocas sensaciones tan frustrantes como terminar de hacer tus cositas, levantar la tapa del soporte del rollo y encontrarte con el canutillo de cartón. Están ustedes de acuerdo conmigo o no?).

Por cierto, ahora que sale el tema del papel higiénico (lo siento pero hoy me ha quedado una entrada pelín escatológica) voy a colgar una foto que es una especie de regalo para los nostálgicos que ya han cumplido algunos añitos. Damas y caballeros, alguien recuerda el papel "Elefante"?

Tengo claro que no viviré lo suficiente para agradecerle a Tere esta reliquia que me hizo llegar después de uno de sus habituales viajes al pasado (sí, es un rollo tipo "Regreso al futuro" pero más de andar por casa; ya les contaré algún día).
Bueno, me centro en el tema. Con cinco minutos de diferencia Katia y Jaime llegaron a mi casa. La situación al principio era tensa e intenté romper la piedrita de agua congelada (mierda, creo que habría sido mejor repetir "hielo") bromeando con la posibilidad sugerida por mi idolatrado padre de los nueve de hacernos un trío, pero cuando ví la predisposición de Jaime no tuve más remedio que aclararle que no hablaba en serio. Sería incapaz de irme a la cama con Jaime, y no porque sea un tío o porque sea mi amigo (escrúpulos los justos), si no porque siempre ha sido... digamos pelín guarro. Con las pelusas que Jaime tiene en el ombligo un hamster podría hacer un nido para él y su camada; palabra de honor.
La cuestión es que, sin entrar en detalles de la conversación para no aburrirles, les di mi bendición y les deseé lo mejor si decidían empezar una relación, mientras preparaba tres coca-colas (una de ellas sin hielo, por supuesto).

No habían pasado ni veinte minutos cuando Katia, pálida como un muerto, se disculpó y nos aseguró que debía irse porque tenía una cita a la que no podía faltar (sospecho que debía entrevistarse urgentemente con la primera taza de váter que se le pusiera a tiro); Jaime, por su parte, tardó unos minutos más en notar los efectos del laxante pero, en un descuido mío, se coló en mi cuarto de baño y estuvo encerrado cerca de media hora. Confieso que me asusté pensando que quizás había confundido las bandejas de hielo. Cómo podría explicarle a la policía la presencia de un cadáver en mi baño?
Dejé de hacer cábalas cuando Jaime salió del aseo, más pálido aún que Katia, y se fue casi sin despedirse.
Cuando entré en el baño a colocar de nuevo el papel higiénico en su sitio el olor era insoportable y juro que deseé haberles dado el cianuro en lugar del laxante. Dice un refrán que "a falta de pan buenas son tortas" y al cabrón de Jaime no se le ocurrió nada mejor que sustituir el papel por la toalla de Portugal de mi amiga Inés con un rizo buenísmo, buenísimo. Con su permiso me voy a cagar (nunca mejor dicho) en su puta madre.
En fin, una vez más el idiota de Santi termina sus aventuras cornudo y apaleado (joder, lo único que me faltaba era empezar a hablar de mi mismo en tercera persona como Aída Nizar).
Por suerte creo que he encontrado el bálsamo que curará mis heridas. Al final acudí a la cita con la psicóloga que me había recomendado Matías. Cuando llegué a su consulta, me sonrió, me tendió la mano y me dijo que se llamaba Adela (no les parece un nombre precioso para una psicóloga de plástico?) Sólo espero tener valor para invitarla a cenar o a tomar una copa porque, por ahora, cada vez que tengo ganas de verla (que es demasiado a menudo), tengo que pagar ochenta euros por la consulta. Cipriano me dice que me saldría más barato irme de putas, y seguro que no se equivoca; de otras cosas no lo sé, pero de putas mi abuelo entiendo un rato (y si no me creen preguntenle al comandante Castillo). En fin amigos plastiblogeros, gracias por el apoyo, los consejos y la paciencia. Sin ustedes este circo se iría a pique, así que... pasen y vean siempre que gusten; tengan por seguro que serán bienvenidos.
7 comentarios:
SANTI!!!CARIÑO!!!Adela es un bombón!!!qué mona!!!genial lo del laxante!!!lo del cianuro era demasiado pero esto...estuvo genial!!!sin desperdicio como cada uno de tus capítulos...lo de la toalla de rizo buenísimo de portugal!!!
Nunca decepcionas Santi!
Plastickisses.PuI.
Santi, Santi.....no se por donde empezar, bueno si, por lo bien que me has calado y lo rápido!!! a medida que iba leyendo la historia del circo me vino a la cabeza el Circo del Sol e iba a hacerte un comentario, pero sobra ya no? Más cosas, las fotos!!! cada día son más geniales, la de Santi en las bolas de malabares buenísima, mira que utilidad más buena le has sacado, menos mal, pq cuestan una pasta pa no usalas no? Los detalles de Portugal de tu amiga Ines con esa toalla de rizo de Portugal, q por cierto la gente confunde bueno con barato y el mejor rizo según BGD es el Egipcio, que a ella a técnicas del hogar no le gana nadie.....Y por último felicitarte por tus dotes para escribir, me alucina como puedes mezclar en un mismo texto el laxante, el rizo de Portugal y el rollo de papel higiénico con un toque cultural como es aconsejar un buen disco de Moby y salir tan airoso. En fin, que el show debe continuar, que yo de este circo que has montado ya no me bajo Santi.
Besos plasticosos.
Sara
Yo lo único que puedo hacer es adorar a este pequeño genio que me tiene cautivada. Y como siempre apoyarte Santi, me parece estupendo que hayas hecho que esos dos se cagaran encima, no hay nada mas indignante!!!! bueno si, lo de la "tualla" portuguesa ,es pa poner los pelos de punta y encima en tu water, que es tan personal,si es que no se puede ser bueno.
No sufras Santi, la "tualla" es un pequeño precio que has tenido que pagar, pero ha merecido la pena verdad??
Santi tienes una capacidad para el enamoramiento fuera de lo común, aún no han cicatrizado las heridas de Katia y ya estás pensando en liarte con la tal Adela. Tío frena un poco porque sino vas a acabar no sólo cargandote a los seres plasticosos que te rodean sino también a los que te seguimos día a día. Que se fueran por la pata abajo fue cojonudo pero Jaime siempre se sale con la suya, pelín egoísta el tío ¿no? Berto
No es por nada pero Sarita...tú cada día escribes mejor...debe ser contagioso esto de escribir...a mí como soy de plástico no se me pega pero entre la yeni,Berto,el padre de los 9 (que por cierto debe andar liado con los niños porque no le leo ultimamente)...en fin...que soy una fan de Santi y de sus fans...PLASTIKISESS PARA TODOS!!!pUi.
Hola Santiplastic, siempre disfruto con tus historias pero la de hoy creo que ha sido la mejor. He seguido tu consejo y ahora me encuentro escuchando a Moby a través de youtube; me gusta. Oye respecto a la psicóloga, me parece muy riquina. A ver si con Adela (me recuerda a alguien ese nombre)hay temita aunque sólo sea por ahorrarte los 80 euros/h. Dentro de popco Katia será historia.
Abracinos.
Lo más seguro, Santi es que tu abuelo se haya ido ya de putas a expiar tu dolor. Chico, la estrategia del laxante, me ha encantado. Tienes un gran talento y la suficiente mala hostia. Ya te dije en el episodio anterior que ser tan buena persona no es bueno para la salud. De hecho creo que matarles hubiera sido un poco soez. Es mucho más elegante vaciarles incontroladamente el intestino. Un abrazo muchacho, está claro que estás en fase de recuperación. Regálales unos dodotis de mi parte la próxima vez que los veas. por cierto, Portugal está lleno de toallas y las lavadoras hacen maravillas.
Un abrazo.
Comandante Castillo
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